Son las 3 de la mañana y ninguno de los dos hombres se puede dormir.
Son muy parecidos; los dos tienen casi la misma edad y una preparación también muy similar. Quiero decir, los dos se han preocupado por saber hacer grandes fotos, conocen sus sectores y saben adaptarse para ofrecer los mejores servicios.
Los dos son trabajadores y tienen entusiasmo por lo que hacen.
Y sin embargo, las razones por las que no se pueden dormir son muy diferentes.
El primer hombre piensa en cómo ha cambiado la fotografía desde hace unos años cuando le llegaban buenos trabajos sin apenas esfuerzo y sin embargo, no ha sabido cómo han ido desapareciendo.
Piensa en cómo sería su vida ahora si hubiese sabido adaptarse.
En que está harto de ver cómo su competencia lo consigue y se pregunta con rabia cómo lo hacen. Enseguida le viene la suerte a la cabeza como argumento para no aceptar que toda la culpa es suya.
En que igual no es momento de pensar en el pasado porque su futuro pinta negro.
Y peor es quedarse pobre. E igual lo tiene merecido, porque no tiene motivación. Ni está trabajando bien ni se ha animado a los nuevos desafíos planteados.
Quiere que las cosas funcionen, pero que funcionen a su manera.
Todo esto le ha llevado a sentirse un segundón. Porque aunque tiene clientes, no le respetan ni entienden su valor real. Cada contacto se vuelve eterno y ve que lo llaman para trabajos de relleno en vez de para los trabajos importantes que consiguen los de la suerte.
Igual que en su “grupo” de amigos o en las relaciones.
Y cada día se dice que no importa, que es temporal y ya remontará, mientras va por el supermercado con ganas de cargar bebidas energéticas y algún helado.
El segundo hombre tampoco se puede dormir, pero por otras razones.
Hace poco ha conseguido hacer una gran venta de una forma diferente a lo que estaba acostumbrado a hacer.
Eso le ha dado la pista de que lo que tiene es mejor de lo que cree.
Que la solución no era mejorar sus fotos.
Y ahora está dando con una estrategia para hacerlo así de forma constante.
Mientras piensa en el siguiente paso le surgen dudas. Claro. Pero tiene la convicción de que pase lo que pase, las cosas van a funcionar como planea porque ahora sabe cómo hacerlo sin dudar.
Y cómo no, le parece casi imposible pensar que hace tres años, había pasado noches sin dormir, pero por otros motivos.
¿Te has preguntado qué diferencia a estos dos hombres?
¿Por qué a algunas personas les va mejor que a otras?
No es la inteligencia, ni el talento, ni la dedicación. Tampoco el material.
No es que uno se pase la vida amargado y el otro no.
¿O quizá han nacido con ello?
Nada de eso.
Es la misma persona tres años después.
¿Qué fue lo que marcó la diferencia?
Saber comunicar su verdadero valor.
El tener los conocimientos para que la gente comprenda a la primera y sin dudar que es la mejor opción.
En ESPABILA vemos cómo conseguir eso en dos talleres en directo cada mes.
De hecho, cuando hemos hecho el primer taller, más del 80% de los alumnos declaran que saben qué decir y lo hacen con mucha más seguridad a la hora de vender sus servicios.
Los fotógrafos que más facturan no dejan su negocio al azar. Y para eso, saben que lo más importante es comunicar su valor.
Por eso, los negocios más rápidos no esperan a que el cliente descubra su valor una vez han entregado el trabajo. Lo hacen antes.
Lo sé porque es mi trabajo. He estado con algunos de los fotógrafos más reconocidos, enseñándoles a comunicar su valor de manera que los clientes no tengan que dar un salto de fe al contratar. ¿Has pensado en lo que significa eso para un negocio?
Y no es barato. Por este tipo de formación privada cobro miles de euros.
Puede que te parezca exagerado, pero los fotógrafos que invierten en esto saben perfectamente lo que están comprando:
• Acceso a una comunicación que acorta los plazos de venta e incluso las hace inmediatas.
• Métodos probados (pero de verdad) con cientos de alumnos que han aumentado precios y reducido la incertidumbre en sus negocios.
• El conocimiento tras haber destripado cientos de negocios y haber entendido a la perfección qué fallaba en ellos.
No pagan por mi tiempo, pagan por todo lo que sé.
Y eso es lo que les permite alejarse cada día más de los que siguen compitiendo por precio y esperando a que la suerte haga su trabajo.
Esas mentorías eran exclusivas para esos fotógrafos de alto nivel…
Hasta ahora, porque ofrezco una formación mensual en la que:
Después de años trabajando con cientos de fotógrafos he identificado el problema principal que les impide crecer, da igual el punto en el que estén; les falta claridad.
Saben lo que quieren y aún así no lo consiguen porque lo ven todo borroso. No ven cuál debe ser el siguiente paso (y no hablemos de pensar en un futuro más lejano).
Con eso en mente he creado un curso llamado “20 escalones y 5 trampas hacia el negocio fotográfico altamente rentable”.
En dos horas y media vas a tener la claridad que necesitas para saber cómo tener más clientes y eliminar esas trampas de incertidumbre que te lo impiden.
Trampas como “¿qué hago si el cliente me dice que se lo tiene que pensar?” o “¿qué hago ante el rechazo de un cliente?”.
Preguntas que, si no conoces la respuesta adecuada, te van a limitar siempre.
Ese curso exclusivo lo tienes para ti de regalo nada más entrar.
En él aprenderás cosas como éstas:
Cada 15 días (día arriba, día abajo) habrá un taller en directo al que podrás asistir. Ese taller se grabará y aparecerá al día siguiente en tu área privada para que lo puedas ver de nuevo o por primera vez si te lo has perdido.
Tú puedes acceder al contenido cuando quieras y tantas veces como quieras mientras seas socio, lógicamente.
Una vez te das de baja ya no hay acceso a la plataforma (como en cualquier otra membresía de suscripción).
Aquí hay profesionales de la fotograífa de sectores muy diferentes, como bodas, maternidad, mascotas, gastronomía, publicidad... que tienen un buen producto y ya están cobrando por él, pero que no saben cuál es el siguiente paso para seguir aumentando beneficios.
Aquí aprenden a mostrarse como esa persona de autoridad que les permite conseguir mejores trabajos de forma más sencilla sin tener que cambiar nada de las fotos que ya hacen.
No. Vas a aprender técnicas y ángulos de trabajo que funcionan para conseguir más clientes. Con todo lo que verás en cada taller, será muy difícil que no consigas un trabajo que rentabilice la inversión de un año entero.
Luego sólo tienes que repetirlo.
Si después de leer toda la página, lo único en lo que piensas es en el precio, significa que no estás en el punto de entrar y lo que explico dentro no es para ti. Estoy seguro de que las otras formaciones te servirán como toma de contacto.
Luego puedes volver aquí.
Es tan importante que no quisiera quedarme corto al decirte lo importante que es. Así que sólo te diré una cosa: es infinitamente más importante que la calidad de lo que vendes y que el material que usas.
Te lo explico rápido con un ejemplo:
Si haces fotos mediocres y vendes sin seguridad, estás jodido.
Si haces buenas fotos y no tienes seguridad, te llegan clientes, pero no sabes por qué ni cuándo volverán.
Si haces fotos mediocres y seguridad al venderlas, tienes clientes de forma constante, aunque no serán los mejores.
Si haces buenas fotos y vendes con la seguridad de quien se sabe el mejor, muy mal tiene que ir todo para que no te forres.
No. El día anterior al directo a las 22:00 se cierra el acceso a ese taller. Si no te has suscrito antes a Agora, te lo pierdes y no puedes acceder ni pagando un extra.
Porque enamoro a mis clientes y les respondo al instante a sus correos.
Ahora en serio, porque llevo años haciéndolo con grandes resultados. He trabajado con quien he querido, he ganado mucho y he sido feliz con ello.
No tiene más misterio ni mérito, sólo soy alguien a quien se le da muy bien lo que hace y ahora enseña a que también lo consigan los demás.
Si la otra es muy buena, si.
Ninguna. El botón de darse de baja está disponible para que lo aprietes desde el momento que entras si decides que lo que hay dentro no es para ti.
También te digo que, si estás pensando en entrar un mes y pirarte, te puedes ahorrar los 70€.
Los resultados se consiguen con constancia y trabajo, no esperes llenar la agenda en un mes. Soy bueno, no David Copperfield.
Sustituye la X por bodas, bautizos, moda, deportes, viajes, conejitos blancos o desayunos continentales y te sirve.
Todo lo que vas a encontrar son técnicas de venta, persuasión, marca personal y psicología adaptadas a la fotografía para que sólo tengas que incorporarlas a tu negocio.
Es lo más sencillo que vas a encontrar. Tienes tu área de talleres con todas las grabaciones ordenadas desde que entras, la de directos mensuales y el curso de 20 escalones y 5 trampas de regalo. No necesitas nada más, sólo darle al play y empezar a aplicar.
Negativo. Los talleres (así como los directos mensuales y el curso de regalo) los tienes disponibles de forma permanente mientras formes parte de Agora. Esto significa que los vas a poder ver todas las veces que quieras sin miedo de que desaparezcan antes de que los veas.
Si te das de baja no puedes volver a suscribirte.
Esto no es una formación en la que estar entrando y saliendo a conveniencia. Los resultados se consiguen con constancia y trabajo continuo.
Es mi forma de entender la formación. Si no lo compartimos, no tiene sentido que entres.
Vas a aprender una maravillosa habilidad que se llama vender con seguridad. Recursos que funcionan para tener más clientes, subir tus precios, generar autoridad, comunicarte de forma diferente a tu competencia, estar en la cabeza de la gente, transmitir con claridad lo que haces...
Con esto vas a crearte una caja con herramientas con esos recursos que te permitan saber en cada momento qué debes hacer para sacar el máximo provecho a todo.
Por supuesto. Al final de cada taller habrá una parte de preguntas y respuestas sobre esa formación para que no te quedes con dudas.
Aparte está la Espabilada Mensual. El último domingo de mes tenemos un directo en el que hablamos de cualquier asunto y solucionamos todas las dudas que hayan podido surgir aparte de los talleres.
Dentro hay más cosas de las que te he hablado, pero no te las voy a contar aquí. Si con lo que has leído crees que es poco, es mejor que no entres.
Yo te diría que es extraordinaria. Pero, claro, soy parte interesada. Así que sólo tú lo puedes valorar.
Pero no te quepa ninguna duda de que el acceso a todo este conocimiento vale su peso en oro. Son lecciones que está probado que funcionan, contando cosas reales para gente con negocios reales.
Nada de cuentos.
A partir de ahí, tú decides, yo no te voy a insistir.
Me gustaría decirte que todos mis alumnos han cumplido objetivos y están viviendo el negocio de sus sueños, pero eso no es posible.
También hay quien ha dejado la mentoría.
Aunque generalmente, a todos los que pasan por aquí les va bien sin importar la situación en la que llegaron.
Éstos son algunos ejemplos.
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