Hace tiempo, en una entrevista de un podcast, me hicieron una pregunta que puede no gustar a algunos.
Me preguntaron…
—¿Qué tiene que tener un buen fotógrafo?
Y yo respondí…
—Clientes.
Sí, lo sé. No es la respuesta romántica que esperaban.
Pero si no tienes clientes que paguen por tu trabajo, lo siento, pero eres un aficionado. Y un aficionado caro, porque entre cámaras, objetivos y tiempo invertido, esto no es un hobby barato.
Ahora, ¿se puede pasar de ser un fotógrafo aficionado a uno profesional?
Claro. Pero no pasa solo con una buena cámara o un portafolio bonito.
Pasa porque entiendes algo que el 90% de los fotógrafos ignoran: la fotografía profesional no es solo arte. Es negocio.
Y aquí es donde muchos tropiezan.
Porque están más ocupados en criticar a los que cobran bien que en preguntarse por qué ellos no lo están haciendo.
— Que si fulano cobra demasiado…
— Que si mengano no es tan bueno…
— Que si todo está saturado de fotógrafos mediocres…
Llámalo como quieras, pero es lo que es: postureo infantil de quien no sabe venderse.
¿Quieres la verdad?
Tu habilidad como fotógrafo no se mide por la calidad de tus imágenes (que seguro es alta). Se mide por cuántos clientes te dicen que sí, por cuántos te buscan porque saben que vales lo que cobras, y por cuántos recomiendan tu trabajo sin que tú lo pidas.
Si llevas años en esto y sigues atrapado en sesiones baratas o negociando con clientes que no valoran tu trabajo, no es el mercado, ni los precios.
Eres tú.
Pero eso, por suerte, tiene solución.
Yo he estado ahí. Y lo que hice fue aprender. Dejar de llorar por lo que no tenía y convertirme en un profesional que cobra lo que quiere y vive sin el estrés innecesario del fotógrafo común.
No sé si tú estás ahí, si sabes vender tu fotografía o si incluso crees que deberías aprenderlo.
Lo que sí sé es esto: mandar un presupuesto que haga que los clientes no te puedan ignorar no es un don mágico. Es una habilidad que se puede aprender.
Si quieres pasar de aficionado caro a profesional rentable, envío un correo al día hablando sobre eso.
Feliz día.
PD: No te digo esto para criticar. Te lo digo porque yo también fui un aficionado caro. Hasta que aprendí a vender mi trabajo como lo que realmente vale.