Hace unos años, el dueño de un restaurante no entendía por qué sus camareros no lograban vender postres. Tenían tartas caseras mejores que cualquiera de la zona, pero nadie las pedía.
Un día se sentó en una mesa y observó. Observó con ganas. El camarero se acercaba y decía:
—¿Queréis postre o ya estáis llenos?
“Ya estáis llenos”.
Su puta madre.
Ese “ya estáis llenos” era el sabotaje. La forma de preguntar mataba las opciones.
Cambiaron la frase. Ahora decían:
—Hoy tenemos (introduzca aquí el postre del día). Es la única oportunidad de pedirlo hasta (introduzca aquí fecha lejana).
Y lo pedían.
Aunque estuviesen llenos.
¿Qué te quiero decir con esto?
Que la mayoría de las veces jodemos las cosas por querer parecer más amables o cercanos o comprensivos o empáticos o simpáticos o memorables o… ya sabes.
Esos clientes que pasan son el “ya estáis llenos” de la comunicación de tu negocio.
Que dices cosas pensando que van a quedar bien pero…
“Tienes razón, estamos llenos”.
Bueno, mejorar tu comunicación para no parecer inferior es algo que puedes hacer por tu cuenta.
También puedes apuntarte a esta lista donde cuento cosas así cada día.