Ojalá alguien me hubiese dicho cuando empecé, que ésta era la frase que más podía anular mis opciones de venta.
Me refiero a esa frase de “¿y no molestará a mi cliente?”.
Es posible que te suene.
—Genera tensión en la compra.
—¿Y no molestará a mi cliente?
—Haz que tenga miedo por perdérselo.
—¿Y no molestará a mi cliente?
—Mándale un correo al día durante una semana.
—¿Y no molestará a mi cliente?
Te digo lo que he aprendido después de más de medio millar de correos seguidos y nosécuántos lanzamientos de servicios.
Quien quiere lo que haces, compra sin importar nada más.
Ese miedo de molestar sólo está en tu cabeza. En la del cliente con interés sólo hay una cosa, que es tener las cosas claras para pasar la tarjeta.
Si te dice que te iba a comprar pero no lo ha hecho porque te has pasado de correos, es que no iba a comprar.
Por si tenías dudas.
Teniendo esto en cuenta, puedes vender lo que quieras con correos.
De verdad, no te puedes imaginar cuánto.
Gorka, un alumno de mi mentoría, que multiplicó por 4,9 sus reservas, lo hizo aplicando los tres puntos que te he dicho arriba que todo el mundo piensa que molestan.
Y los clientes no se fueron corriendo ni dejaron de comprarle por pesado.
Pasó lo que tenía que pasar.
Quien iba a comprar, compró.
Quien no iba a comprar, no compró.
Y quien tenía dudas, se convenció porque enviar más correos está para eso.
Ahora puedes leer mis correos diarios para entender de qué te hablo.
Feliz día.